Se dice que grandes cociner@s de este país tienen un restaurante que les da prestigio, y otro que les da beneficio.
Este segundo local, es con una propuesta gastronómica más asequible al gran público, que no se puede permitir los tickets de los restaurantes bi/tri estrellados soleados (depende de la guía que tengamos como referencia).
Visitamos uno de estos locales, el Bar de Paco Morales en Córdoba. Tenía el convencimiento de que comería bien, y la verdad es que comimos MUY bien. Sensaciones muy buenas para un local que tenia muchas ganas de conocer.
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Comida informal, tapas modernas, actualizadas, algunas de ellas con el sello inconfundible del cocinero cordobés en su presentación.
*Chips de plátano. Snack de cortesía.
*Bocatín de calamares con mahonesa de limón. Sabroso y chorreante.
Tras estos bocados, pedimos tres de los enunciados en la carta como "Platos Morales Style".
*Salmorejo de Naranja con bacalao ahumado y nieve de queso. Muy bueno, para repetir. Versión actualizada de uno de los platos mas famosos de la gastronomía de la zona.
*Tartar de vaca vieja con yema de huevo curada, alcaparras y pepinillo encurtido. Nos ofrecieron mezclar en mesa. Muy equilibrado de punto de picante de mostaza, carne sabrosa.
*Niguiri andalusí. Cous cous de espinaca, salmón soasado, ponzu y miel de caña. Había visto y leído mucho y bueno sobre este plato, y cumplió con creces.
En Córdoba tocaba probar el flamenquín, y así fue. He leído que el original es de cerdo, pero no importa pues este con pollo estaba muy jugoso.
*Flamenquín de pollo, con jamón ibérico y mahonesa de perejil.
*Panna Cotta de leche de vaca con miel de caña y cacao. Dulce final.
Servicio de sala a cargo de un chico italiano que siento no acordarme de su nombre, pero lo importante es que lo hizo muy bien. Con un carácter estupendo, nos sentimos muy cómodos y a gusto, disfrutando más de la experiencia el Bar.
Una de mis recomendaciones, sin duda, para quien visite Córdoba.