Vamos en esta ocasión con un trampantojo. Preparar un plato intentando despistar al
comensal cuando lo vea, simulando algo que no es. Una morcilla que no es de carne, elaborada con sepia y gambas, junto a un pulpo a la sartén y una sencilla crema de patata al curry de fondo.
Ingredientes para 5/6 raciones:
- 250 gr. de sepia limpia
- 6 colas de gamba/gambón
- 1 cucharadas de pan rallado.
- 1 claras de huevo.
- Comino molido y orégano.
- Un puñado de piñones.
- 2 bolsitas de tinta congelada de calamar.
- 1/4 cebolla roja o dulce.
- Sal.
- 2 patas de pulpo cocido.
- 2 patatas medianas
- 50 ml. leche entera
Elaboración:
Limpiamos las sepias y las colas de gambas. Se pueden
utilizar congeladas (como en este caso) con lo que te ahorras un buen
dinero. Trituramos ambos ingredientes con la ayuda del
accesorio de la picadora, quedándonos como una especie de masa viscosa.
En un cuenco a esta pasta la cebolla (que
habremos cortado en trozos pequeños y pochado a fuego muy suave), el pan
rallado, una clara de huevo, los piñones, el comino molido, hojas de orégano, una
pizca de sal y los dos sobres de tinta (descongelados). Mezclamos bien para que apelmace y se
integre todo. No seáis tacaños con el comino pues nos hará recordar, en cierta manera, el sabor de la
morcilla de carne.
Extendemos sobre el banco papel film, y formamos rulos de unos 2,5/3 cm. de diámetro enrollando con los dos dedos pulgares y apretando por los lados para que queden bien prietos y
sin fisuras. Ojo, este proceso es importante.
Ponemos estos rulos a cocer totalmente recubiertos en agua
bien caliente durante 15 minutos. Pasado este tiempo, sacamos y dejamos enfriar
sobre el banco de la cocina. Cambiamos este film mojado por otro seco y los dejamos en la nevera un par de horas hasta que la masa
esté fría y compactada. Si al final vemos que sobra, se puede congelar y utilizar posteriormente.
Vamos ahora con la crema de patata que colocaremos en el
fondo del plato. Hervimos las patatas y trituramos. Añadimos el curry en polvo, pizca de sal y la leche hasta formar una crema fina. Pasamos por un colador para quitar tropezones y reservamos hasta el momento de emplatado, que calentaremos.
Sacamos la morcilla de la nevera, cortamos en rodajas de unos 2 centímetro y pasamos por la sartén para que adquieran color y terminen de hacerse.
Solo nos resta montar y servir. En el fondo una capa no muy gruesa de la
crema de patata, encima la falsa morcilla y el pulpo, y terminamos en este caso con unos hilos de chile y espolvoreando "quicos" triturados o algunos cristales de sal maldón por ejemplo.