Una de las cosas buenas que aporta moverse por la redes sociales o Internet es la posibilidad de encontrar nuevos amigos con los que se comparten aficiones y en ocasiones vernos en persona. En esta oportunidad fue participar en una cena mayoritariamente de blogueros que escriben o les gusta el mundo gastronómico. He asistido en una par de ocasiones a reuniones parecidas y siempre me lo he pasado muy bien.
Esta vez ha sido en La Nicoletta, local de cocina italiana situado en la céntrica calle La Paz de Valencia nº 33. La excusa, conocer la reciente renovación de su carta.
Local grande, bonito, con planta baja y tres alturas donde se sitúan varios comedores. Nos acomodan en la 2ª planta, donde habían preparado nuestra mesa. El enlace a su web pinchando aquí. Pertenece a una cadena con varios establecimientos, bastantes de ellos en Madrid.
Servicio de pan, con unos cuencos de aceite y vinagre balsámico. Tapenade de aceitunas negras con grisines.
Ravioli de mortadela y scamorza affumicata, a la parrilla. Queso ahumado de leche de vaca, típico de la cocina italiana, envuelto en mortadela y terminado un poco en la parrilla para darle temperatura y que funda un poco el queso. Nos recomendaron tomarlo de un bocado. Por desgracia, no sé el motivo pero no tengo foto de este aperitivo.
Burrata fresca, con berenjena a la llama y pesto. Queso similar a la mozzarella, su principal diferencia es el origen de la leche. En la burrata es leche de vaca y en la mozzarella es leche de búfala (la hembra del búfalo de agua). Fue uno de los platos que mas gustaron.
Ensalada Valtelina, con bresaola y aliño de naranja. La bresaola es una especie de fiambre compuesto de carne de ternera curada. Se presentaba sobre la ensalada cortada en finas lonchas.
Pizza "Satriales", de mortadela y pistachos. Supongo que el nombre será un homenaje a la serie Los Sopranos, pues la tienda ficticia donde se desarrolla parte de la acción se llama Satriales Pork Store en Kearny, New Jersey.
Canelón de pollo, con jamón, espinacas y mozzarella. Cocina mediterránea en el plato. Sabroso.
Risotto de mascarpone, limón y sardina ahumada. Con un toque cítrico y los tropezones de la sardina.
Tortelli(ni) de ciervo con salsa de tomate. En Italia se conocen sin el "ni". Con queso parmesano rallado al momento por encima, fueron "visto y no visto" por la mayoría de los asistentes.
Todo lo anterior regado con vino blanco y tinto nacional, además de un tinto dulce frizzante italiano: Sangue di Giuda Dell'Oltrepò Pavese.
Tarta de manzana con crujiente de almendra, crema de queso, y pimienta rosa. Similar a una Tatin, rematada con el queso por encima.
Terminamos con café y, al estar en un restaurante italiano, con unas botellas de Limoncello y de Grappa.
El servicio lo encontré muy correcto. Eficiente tanto en sala como en cocina. Sin esperas ni parones en la llegada de los platos.
Una noche muy agradable, rodeada de buena gente, saboreando platos típicos de la cocina italiana.
Una noche muy agradable, rodeada de buena gente, saboreando platos típicos de la cocina italiana.