Fecha de la visita: 08/08/2.013 jueves.
En esta entrada quiero escribir acerca de otro de los lugares que
visitamos durante nuestra escapada asturiana del pasado verano. Situado en Avilés,
en la calle Galiana nº 30 una de las más conocidas y bonitas de la
ciudad. Uno de sus lados se compone de una serie de casas, todas ellas con
soportales, donde podemos encontrar un gran número de tiendas y restaurantes.
En su página web y en facebook se puede encontrar amplia información sobre
este local, su hermano abierto más tarde en Barcelona, y la joven pareja propietaria.
Como cocinero tenemos a Francisco Heras, curtido en cocina de varios famosos
chefs y que ha recibido numerosos premios por su trabajo.
Aunque teníamos reserva confirmada, llegamos pronto a comer
y todavía estaba medio cerrado el local. Estamos esperando sentados en unas mesas altas
que tienen bajo el soportal y al vernos nos ofrecen tomar una cervecita y una
tapa para hacer tiempo. Buen detalle. Ojo, pienso que conviene reservar sobre
todo en fechas festivas. El local se llenó completamente en media hora.
Nos acomodan en un pequeño comedor al fondo del local con
mesas altas y taburetes. No es el tipo
de acomodo que más me gusta, pero no sabría decir si disponen de otro comedor.
Local decorado en tonos oscuros y muros de piedra vista, me sitúo de cara a la amplia
puerta de acceso a la cocina para poder ver como preparan el servicio. Es una
de mis debilidades, y siempre que puedo lo intento en locales que tienen esa posibilidad.
Disponen de una amplia bodega, que por motivos de tener que
conducir no pude probar, y una muy apetecible carta Pica-Pica de platos para
compartir. Ofrecen en los mediodías un menú de degustación de tapas, con distinta
opción entre laborables y fin de semana, aunque nosotros pedimos a la carta.
Una tapa de arroz con
croqueta de carne para acompañar la cervecita de la espera. El día salió fantástico, por lo que no importaba estar en la terraza.
Con las bebidas (cerveza sin, vino por copas, y agua) llega
la cesta de pan de Daniel Jordá, conocido por suministrar este producto a
algunos de los grandes chefs del país.
Patatas al Cabrales con praliné de avellanas. Muy sabrosas.
Suave crema de queso por encima de las patatas confitadas.
Anchoas con pan dulce de harina de escanda (una de las
clases de trigo común también conocida como espelta) y queso La Peral. Hablamos
de productos de la zona. Asturias es el
mayor productor de España de espelta y el queso La Peral es genuino del
Principado, conocido como el queso azul del Cantábrico.
Pulpo gratinado con queso ahumado de Pria. Continuamos con
viandas asturianas. Otra tapa o “platino” como lo llaman ellos muy buena, al
igual que las patatas. Una salsa densa, gelatinosa, cargada de sabor. Por
desgracia, no logro recordar la composición de la base del plato bajo el pulpo.
Entrecote (200 gr.) a la parrilla con sus brazas y cenizas.
Un plato jugando al trampantojo, de moda actualmente por la aparición del cocinero
Diego Guerrero en el programa de Antena 3 Top Chef. Sobre una rejilla aparece
el filete de carne ya trinchado y debajo podemos observar lo que parecen brasas
y cenizas, que obviamente son comestibles. Original presentación, el punto de
la carne como me gusta.
De postre, Mousse de cacahuete, limón y helado de cerveza.
Incluye su tapón de botellín, en este caso de chocolate y polvo dorado. Evidentemente
sabía a cerveza. Buen remate para terminar la comida.
Lástima tenerlo tan lejos...