Suma restaurante en Espai Rambleta, Valencia.

Fecha de la visita: 28/03/2.013 jueves.

En un intento de descentralizar la actividad cultural más allá del centro de la ciudad acercándola a otras zonas, el pasado año se inauguró en el barrio de San Marcelino de Valencia La Rambleta, espai d’art i experiències. Desde entonces este local goza de una programación estable y variada a unos precios muy asequibles.

Además, desde el pasado noviembre en la planta sótano del edificio se encuentra ubicada la Escuela de Hostelería Gambrinus de Valencia, con el patrocinio de Heineken y bajo la responsabilidad del grupo La Sucursal (Sucursal, Vertical, Coloniales Huerta) con Javier Andrés y el chef Jorge Bretón al frente. Dos grandes profesionales comandando este proyecto, de inicio es garantía de buen resultado, como así ha sido en nuestra visita. El resto de sedes se sitúan en Madrid, Sevilla y Jaén.



Bajando las escaleras desde la entrada principal hacía el sótano y como anécdota, nos hemos cruzado con Javier y Jorge. Lo primero que observamos es el gran tamaño del local y la inmensa separación entre mesas. En la pared del fondo no dejan de proyectarse imágenes de playas y escarpadas costas. Música ambiente casi inaudible (gracias !!!) y servicio (numeroso) súper atento, casi en exceso. Hay que recordar que aunque es un restaurante en toda regla, al mismo tiempo es un local donde se forman futuros profesionales del mundo de la hosteleria.


Trabajan con un menú compuesto de unos detalles de bienvenida, aperitivos, dos entrantes individuales (frío y caliente), un plato principal a elegir entre dos opciones, un postre y Petit-Fours con el café. Todo esto a un precio que oscila entre 16,50 y 20 €/persona según el día de la semana o si es mediodía/noche. Además ofrecen un maridaje con Vinos o Cervezas por 5 o 7 € dependiendo de igual manera que el menú.

En la siguiente imagen podemos ver lo ofrecido esta quincena y todas las opciones de precios, así como el teléfono de reservas. El menú se presenta enrollado en la mesa en un lateral del plato.




Lo primero que viene a la mesa son unos chips de yuca y plátano macho. Junto a ellos vienen el servicio de pan, de centeno o de olivas, y una degustación de aceites compuesta de picual intenso, arbequina y otro muy frutal. El pan nos lo han repuesto en cuanto notaban que se había terminado.



Continuamos con una Regañá con jamón ibérico. Una especie de torta fina y dura de pan, típica de Andalucia. Se suele servir como acompañamiento.  Muy sencillo y sabroso.


Los aperitivos: Maki Shusi de salmón, Hummus de berenjena y Quesadillas de brie y jamón con una picadilla de encurtidos. Destaco el hummus por su suavidad y la quesadilla.



La primera entrada ha sido Atún marinado con Ajoblanco. Ha gustado mucho la combinación. Me han dado ganas de intentar prepararlo un día en casa.


Seguidamente el Potaje de vigilia con su bacalao. Sabroso caldo de fondo con los garbanzos muy tiernos.


Como plato principal, las dos opciones posibles:

- Arroz de Raya y ajos tiernos Bueno de sabor y punto de arroz correcto.


- Manitas de cerdo con Duxelle de setas y foie, con alcachofas. Lástima, ha llegado un poco frío a la mesa. Con un punto de calor hubiera mejorado muchísimo el plato.


De postre, Panna Cotta de cítricos y frutos rojos.


Los cafés servidos junto a las pequeñas golosinas de los Petit-Fours. Nos han ofrecido la posibilidad de tomarlo en una terraza exterior.



Par beber, agua mineral y el anteriormente mencionado maridaje de vinos a 5 € / persona. Compuesto de un blanco con los aperitivos, un rosado con los entrantes y un tinto con el plato principal. No conocíamos ninguno de los tres, el que más nos ha gustado ha sido el primero.

Amatista Moscato Blanco: De Bodegas Anecoop de Cheste, 100 % moscatel de Alejandría. Espumoso muy fresco, dulce y ligero, con solo 5º de graduación. Frutal en nariz y boca, paso en boca muy agradable.

Viña Campus rosado. D.O. Navarra. Un vino que por desgracia no nos ha expresado nada. Hemos seguido con el Moscato anterior.

Zuloaga tinto 2.007, D.O. Rioja de cepas de Tempranillo y Graciano, acompañando bastante bien a las manitas.

En resumen, un restaurante al que volveremos por su buena RCP y su servicio, muy atento y servicial, al que se le debe perdonar algún pequeñísimo detalle.