El otro día comprando en el Mercado Central no pude resistir llevarme a casa media docenita de gambas rojas, pues estaban a muy buen
precio y tenían una pinta estupenda. Para añadir un poco de vida al plato, pensé
en este tipo de hongo que también se puede encontrar fácilmente en el mercado.
Ingredientes para tres personas:
- 6 gambas.
- 1 seta cabeza de fraile.
- Sal gorda.
- Aceite.
Elaboración:
Con la máquina cortafiambre, laminamos la seta. Ponemos la
plancha a calentar, y cuando esté bien caliente y con unas gotitas de aceite
pasamos las laminas por ella. Poco tiempo, para que no se cocinen mucho y pierdan
textura. Reservamos.
Llenamos otra plancha con una plancha de sal gorda y
esperamos a que se caliente la sal. Las gambas las tendremos con un palo de
brocheta insertado desde la cola hasta la cabeza para que al cocinarse mantengan la forma alargada que nos interesa. Las hacemos a la plancha un máximo de 2 minutos y les damos la
vuelta para mantenerlas 2 minutos más.
Se podía hacer en la misma plancha, pero si disponemos de
dos (o plancha y sartén) y lo hacemos de
manera simultánea conseguiremos que todo llegue caliente a la mesa.
Las sacamos y con mucho cuidado les retiramos el palillo y
pelamos solo la parte de la cola (nos podemos ayudar de unas tijeras de cocina).
Al no partirlas, toda la sustancia de la cabeza se mantiene en su interior.
Emplatamos colocando la gamba sobre una lámina de seta. No
hace falta añadirles sal. Unas gotas de aceite de oliva virgen extra por encima
y si tenemos en casa unos frutos secos pelados para acompañar.