Dicen que los padres intentamos reflejar algo de nosotros en nuestros hijos, que lo consigamos o no eso ya es otra historia. El otro día mi hija de 14 años se empeñó en cocinar, pues había visto en la tele una receta muy fácil y quería preparar algo conmigo. Por supuesto, nos pusimos manos a la obra. Fueron unas piruletas de queso, que como snack quedaron muy resultonas.
Ingredientes:
Queso rallado (mejor mezcla de varios tipos que ya vienen embolsados), orégano, y palillos de brocheta.
Elaboración:
En una bandeja de horno ponemos una hoja de papel para cocinar, para que no se nos peguen nuestras piruletas y poderlas retirar con facilidad.
Realizamos montoncitos con el queso, ponemos en el medio un palillo, y añadimos otro montoncito por encima de cada uno. Esto se hace para que queden en el centro del queso los palos.
Horno precalentado a 180/200º, ponemos la bandeja hasta que se funda el queso, lo cual será en poco tiempo.
Sacamos la bandeja y esperamos que enfríen. Se puede poner en el refrigerador para que esto suceda antes.
Con un cuchillo y un poco de cuidado despegamos las piruletas, espolvoreando orégano molido por encima.
Buen provecho ¡!!