Londres 2.011 - 03 de agosto. Primer día completo en la ciudad.

Luego del aseo mañanero y el desayuno en el hotel, salimos dispuestos a muestra primera “jornada de trabajo” en Londres. Lo primero de todo era acercarnos a la estación de Waterloo a comprar las Travelcard de 7 días. Teníamos asumido comprar cuatro tarjetas de adulto, pues en teoría aunque en internet  indica que hay tarjetas infantiles, hay gente a la que le negaron esto en las taquillas una semana antes de nuestra llegada, diciéndole que las únicas infantiles son unas con foto que hay que pedir con antelación.





Llegamos a las taquillas, con cola única para todas las ventanillas, y le pido al señor que quería cuatro travels de 7 días de adultos. Nos mira y me dice que cuantos años tenía la niña, al contestarle que 13 dice que porque no pedíamos  una infantil y tres de adultos. Pienso… vale,  te has quedado con nosotros. Me comenta algo que no entendemos, y como a la cuarta vez seguimos igual, el hombre con una paciencia infinita saca del cajón un mapa y me señala las zonas del metro. Ok, las queremos para las zonas 1 y 2. Estrenamos las tarjetas tomando allí el metro y bajando en la parada de Westminster. Solo es una parada, pero ya que estaba pagado mejor guardar fuerzas.


Salimos otra vez frente al Big Ben, y nos encaminamos hacía la Abadía de Westminster. Llegamos a la cola aproximadamente a las 9,30 h. y coincidimos con la apertura. Queriamos llegar pronto pues dicen que en las horas centrales del día la espera para entrar se hace larguísima. Hay dos colas. Mirando la puerta, a la izquierda para los que pagan en efectivo y a la derecha para los de tarjeta de crédito. Las dos colas eran muy similares. Nos ponemos en la de efectivo y en diez minutos estamos entrando.


No dejan hacer fotos y puedes coger una audio guía gratuita que te va explicando todo lo que hay en el interior, que es mucho. Nosotros éramos más rápidos que el aparatito y en una hora larga ya lo habíamos visto todo. Luego de verla, considero que el precio de la entrada es caro pero es una visita casi obligada para el turista. A la salida, pasamos un rato viendo la tienda que hay pegada a la puerta de salida  y echando alguna foto desde la puerta para que saliera algo del interior.




Continuamos andando por Victoria St. pues nos queríamos acercar a la Catedral Católica de Westminster, también llamada La Catedral de la Preciosísima Sangre de Cristo de Westminster. Es la sede del Arzobispo primado de la Iglesia Católica en Inglaterra y Gales. Edificio Neo-bizantino, abrió sus puertas en 1903, poco después de la muerte de su arquitecto. Por razones económicas la decoración interior está todavía por terminar. La visita interior de la catedral es gratuita.




Antes de llegar pasamos por el conocido pub The Albert,  famoso porque al pobre lo han dejado embutido entre torres de oficinas.




Llegamos a la Estación Victoria, donde vemos un Big Ben en versión reducida (posteriormente vimos alguno más durante la semana) y tomamos de nuevo el metro para volver a Westminster (Viva la Travelcard !!!) y enfilar por Parlament St. y Whitehall St. para finalizar en Trafalgar Square, haciendo una paradita en la verja de Downing St. El cambio de guardia no teníamos previsto verlo. Durante la semana veríamos dos, aunque en versión de bolsillo, en la Torre de Londres y en Windsor.






Llegamos a la columna de Nelson… a la izquierda Admiralty Arch y detrás The Mall que llega hasta Buckingham Palace, al frente The National Gallery, y a la derecha St. Martin In The Fields. En la plaza han colocado un reloj que descuenta el tiempo que falta hasta el inicio de la Olimpiada de 2.012.






Tiramos unas fotos y entramos en la National Gallery para delitarse con algunas de las obras maestras que contiene. Tampoco se pueden hacer fotos. Hay mucha gente, pero al menos podemos ver la sala de las obras de Van Gogh en condiciones.


Cuando terminamos la corta visita, pues íbamos con un recorrido marcado y relativamente corto, pensamos que ya era hora de comer. Intentamos en la cripta de St. Martins? A tope. Bueno, en la esquina hay un Pizza Express y tengo impreso un bono que por 40 peniques más puedes pedir un 2º plato principal. Tomamos una ensalada al centro y cuatro pizzas, y pagamos solo dos. Llegamos al local y lleno, pero en cinco minutos nos sientan, aunque nos advierten que tardarán 30 minutos en atendernos. Da lo mismo, trae algo de beber  y ya esperamos sentados. Al ver que éramos españoles, vino un chico que hablaba castellano. Pedimos una jarra de Tap Water (agua del grifo, que por cierto en Londres está muy buena) y nos la trae sin problemas. 


Alucinado se queda el camarero cuando nos trae las cartas (tienen en castellano) y le muestro una copia que llevaba yo impresa (está en su web). A la hora de pagar aceptan el bono de descuento sin problemas. Una ensalada cesar, 4 pizzas, 2 aguas de 1 litro, 1 refresco, y 3 cafés 36,70 £. Las 4 pizzas con el bono pagamos 16,20 £ por 2 y  0,80 £ por las otras 2.




Al salir de comer vimos esta serie de las típicas cabinas de Londres.




Después de comer, nos encaminamos con el metro hacia Oxford St. para ver esta zona comercial de la ciudad y hacer unas compras que teníamos encargadas. Bajamos por Regent St. viendo las famosas tiendas de esta calle como por ejemplo la juguetería Hamleys, la tienda de Ferrari, todas las marcas de moda, y la fachada de de los almacenes Liberty.




Antes de llegar a Piccadilly, torcemos a la derecha para encaminarnos a la calle Savile Row, famosa por ser la sede de las sastrerías posiblemente más exclusivas del mundo. El nivel de la calle se aprecia en los coches aparcados en sus aceras, con bastantes modelos de lujo. En los sótanos de las tiendas se pueden apreciar por sus grandes ventanales a los sastres trabajando.




Cerca de aquí están las Burlington Arcade, conocidas por sus vigilantes que cuidan de la tranquilidad de la galería. Abrieron en el año 1819 y fue la primera galería de estas características en Londres en las que se abrieron diversas tiendas. Se trata de la calle cubierta con tiendas más larga de Londres y de Inglaterra. Las tiendas que se encuentran aquí son en su mayoría tiendas de lujo y abundan sobre todo las joyerías, aunque también hay alguna tienda de regalos, algunas zapaterías y otros negocios.




Paseando llegamos hasta Picadilly Circus, donde luego de un rato en las escaleras de la fuente tomamos un autobús para volver al hotel. En Picadilly está la tienda de ropa deportiva famosa por sus bajos precios Lillywhites y la mega tienda de recuerdos Cool Britannia, con varias plantas y multitud de souvenirs de la ciudad.




Antes de ir a cenar dimos nuestro paseito por la orilla del río.




Esa noche cenamos en un local de la cadena YO!sushi en la misma calle donde estaba el hotel. Es un local de comida oriental donde te sientas y los platitos (que son de diferentes colores) van por una cinta transportadora y tú vas cogiendo el que te interesa. Al final tantos platos de cada color junto con la bebida es lo que pagas. En cada mesa hay unos grifos de agua con y sin gas. Cuestan a 1,05 £ por comensal y tienes derecho a beber toda la que quieras. Por 17 platitos, 4 de agua y una cerveza de 750 ml. pagamos 59,40 £


Información adicional:

Abadía de Westminster:  Página web oficial          Wikipedia          londres.es

Catedral de Westminster:  Página web oficial (inglés)          Wikipedia

Savile Row:  londresweb.com            sibaritissimo.com

Burlington Arcade:  Página web oficial (ingles)           londresweb.com 

Otros lugares de interés:  The Albert pub (inglés)           Admiralty Arch          Columna de Nelson

National Gallery          St. Martin In The Fields (inglés)           Regent St (inglés)

Piccadilly Circus            Lillywhites (reseña en castellano)           Cool Britannia. Página web oficial (inglés)

YO! Sushi. Página web oficial (inglés)