En octubre de 2.015 estuve en Donostia para visitar el Basque Culinary Center (BCC) y, lógicamente, no podía faltar una visita a la zona que corresponde a varias calles del casco antiguo de la ciudad conocida por "lo viejo". Me llevé una pequeña decepción, quizá por una mala elección de los locales visitados y/o la gran cantidad de gente que había en todos ellos.
Agosto de 2.017. Nueva visita y en esta ocasión, aunque otra vez había mucha gente en la zona, acierto pleno. Acompañado de mi amigo Joaquin empezamos visitando el Azkena en el Mercado de La Bretxa para continuar en Casa Urola, el local del cocinero Pablo Loureiro situado en el nº 20 de Fermin Calbetón Kalea.
Fundado en 1.956, este clásico de la gastronomía donostiarra conoce una nueva etapa desde verano de 2.012 cuando empieza su andadura de la mano de Pablo Loureilo, cocinero que tras haber trabajado en varios restaurantes decide dar el paso y convertirse en propietario.
Encontramos dos ambientes distintos. La planta baja donde se encuentra una pequeña barra y unas pocas mesas, mas informal para tomar unos pintxos y raciones, que complementa al comedor de la primera planta con su oferta mas formal.
Decidimos continuar la fiesta que empezó en el Azkena de Iñigo Mas en la zona de pintxos, gracias a una mesa que encontramos libre (eso es tener suerte). Ojeamos su pequeña oferta de especialidades "de temporada" indicada en la pizarra de las sugerencias.
Comenzamos con su cuchara de bogavante, la cual ya conocía de haberla visto en redes sociales.
- Guindillas fritas. Tenía curiosidad por probarlas, pues aquí solo las he encontrado encurtidas en salmuera y no es lo mismo. No picaban en absoluto.
- Txipi plancha, crema de pochas, tartar de tomate.
- Vainas salteadas, lascas de bacalao, espuma de patata y aceite de olivas negras.
Un pequeño capricho que no podíamos dejar de pedir. Kokotxas de merluza a la brasa. Gran punto de cocción que hace que tengan esa delicadeza y jugosidad al morder. Que dominio de la parrilla. Las conocía al pilpil, pero así sin más, son un placer. Para recordar durante mucho tiempo.
Terminamos con un tartar de bonito y tomate, gran punto final a todo lo que probamos.
Para beber, Txacoli (Chacoli) que no falte!!!
Gran experiencia la que disfrutamos. Si visitáis Donostia, yo no me perdería Casa Urola y el Azkena.
Página web de Casa Urola, pinchar aquí
Si queréis ver que probamos en el Azquena, pinchar aquí.