Tortellinis rellenos de cebolla caramelizada, pera, nueces, y queso de cabra.

Después de la experiencia de los tortellinis con la pasta wonton, me apetecía intentar elaborar la masa de pasta fresca tradicional a ver que salía.



Ingredientes para la masa:

Medio kilo de harina de trigo.
3 huevos.
4 cucharadas soperas de aceite.
70 ml. de agua fría.
Sal  al gusto.

Si nos sobra, no hay problema pues se pude congelar enrollada con film transparente sin problemas.

Ingredientes para el relleno:

½ cebolla.
1 pera blanquilla.
100 gr. de queso de cabra.
1 puñado de nueces.
3 cucharadas de café de azucar.
3 cucharadas de café de caramelo líquido

Elaboración:

Primero vamos con la masa. En un cuenco grande tamizamos la harina con la ayuda de un colador, y hacemos como una especia de volcán. Añadimos los huevos, el aceite, la sal, y el agua. 

Trabajamos esta mezcla hasta que la masa no se nos pegue a las manos, y formamos una bola que forraremos con film transparente. La dejamos ½ hora en la nevera para que enfríe y repose.


Mientras podemos empezar con el relleno. Cortamos la cebolla en juliana y la pera en trocitos pequeños. Las metemos en una sartén a fuego muy suave, espolvoreando por encima el azúcar. Añadimos el caramelo líquido. Esto último no es preciso, pues solo con el azúcar ya conseguimos el efecto de caramelizar, pero le dará un color más oscuro. También se puede poner azúcar moreno y no poner el caramelo. Dejamos la sartén al fuego por lo menos ½ hora, hasta que la cebolla se quede bien blanda.


 
Terminado el  tiempo del paso anterior, lo añadimos a un cuenco donde ya estará el queso de cabra desmenuzado y las nueces troceadas. Mezclamos todo bien. Ya tenemos el relleno.

Sacamos la masa del refrigerador. Con la mitad de la bola salen unos 15 tortellinis grandes. El resto lo ponemos al congelador  para otra vez. Tomamos un pellizco de masa, y sobre el banco de cocina, espolvoreado con harina previamente, empezamos a aplanarla con el rodillo. Esto lleva su rato de trabajo, pues la masa tiende a retraerse y el objetivo es conseguir que nos quede lo más fina posible. 

Cuando ya la tenemos extendida, con la ayuda de un aro de cocina formamos los círculos que rellenaremos a continuación. El sobrante lo retiramos y lo podemos volver a extender para preparar los siguientes.
Es muy importante que los círculos sean lo más delgados posible. Lo digo por experiencia propia, pues para mi gusto han quedado un poco gruesos y al comerlos parece que todo sea pasta.


Para preparar nuestros tortellinis, colocamos un poco de la mezcla en el centro y doblamos por la mitad formando como una especie de media luna. Unir muy bien para que al hervirlos posteriormente no se abran. Como se hace esto, hay que humedecer con un poco de agua el extremo de una de las partes que unimos.  Mojamos también un poco las dos puntas de la media luna, y ayudándonos con el dedo, las tiramos hacia atrás y las unimos. Ya tenemos la forma normal de este tipo de pasta.

 
Solo nos resta hervirlos en abundante agua caliente durante siete u ocho minutos, dependiendo del grosor de la pasta. Para terminar, escurrir y emplatar.

Como salsa para acompañar, he fundido mantequilla y la he dejado caer sobre los tortellinis, añadiendo unas nueces y orégano picado. Otra opción era añadir albahaca fresca pasada un momento por la sartén con la mantequilla, pero no hay manera de conseguir aquí.


Buen provecho !!!