Hay locales que tengo que conocer casi por obligación pues me despiertan una especial curiosidad. Había leído un par de reseñas acerca de este restaurante, y en cuanto tuve ocasión pregunté a una persona que había estado allí. "Tienes que ir" fue su respuesta.
La gastronomía en ocasiones se mueve por impulsos, y si hay que hacerse 350 km. pues se hacen. Ya que íbamos, aprovechamos para visitar el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) uno de los mejores de Europa con estupendas exposiciones temporales que renuevan cada año. La de este año, dedicada a los Mayas, es impresionante.
Volviendo a Pro-Bar, bajo la batuta de Dani Frias (Rest. La Ereta) y Carl Borg en este restaurante encontramos una oferta inspirada en gastro tapas (con carta y sugerencias fuera de ella) donde se prima el producto. Un local donde se va a ProBar cuantas mas cosas mejor. Hace tres meses que abrió en la pedanía de la Santa Faz (a mitad de camino entre Alicante y San Juan) y según parece ha sido un acierto, avalada por la afluencia de clientes. Ojo, no se admiten reservas.
Es verdad que hacerse estos kilómetros y no tener sitio hubiera sido una faena, por lo que llegamos más o menos pronto. Tenemos suerte, hay mesa. Evidentemente, había un plan B por si nos fallaba. Queda en la recámara para otra visita más adelante...
Decoración sencilla para un interior luminoso.
Cocina a la vista, nos sentamos en la mesa situada al lado de la barra del pase. Me encanta estas mesas donde puedes ver trabajar al equipo de cocina.
El agua es del grifo, filtrada por ellos en el propio local.
La carta ...
Y las sugerencias del día ...
Aunque ofrecen un menú por 35 € compuesto de varios platos a elección de cocina, optamos por pedir "a la carta y la pizarra".
Servicio de pan. Esponjoso por dentro, untado con aceite y sal por fuera.
Servicio de pan. Esponjoso por dentro, untado con aceite y sal por fuera.
Ensaladilla de anguila ahumada. Ensaladilla rematada con trocitos de anguila.
"Tomate desnudo". Plato muy sencillo en el que si el producto es de calidad, se convierte en un placer gourmet. Tomate rosa de Altea, aceite, sal gruesa, albahaca.
"Cevichi" de Ichi. Nos contaron que el nombre viene dado por una anécdota de uno de los miembros del equipo de cocina. Ceviche de Corvina, aguacate, cebolla roja, ¿chirivía frita?, y una leche de tigre con ese picante que le transmite el ají. Nos gustó mucho.
Callos marineros. Callos de tripa de bacalao elaborados a la manera de los tradicionales de carne. Aunque sea verano y un calor de morirse en la calle, la tripa de bacalao me encanta.
"Pulpo de monte" a la gallega. Oreja de cerdo elaborada y presentada a la manera del pulpo a feira. Si no fuera por el cartílago, la textura es muy parecida a la del cefalópodo.
"Tortilla de papas de San Juan + extra de yema". Tortilla de patatas de textura bastante cruda por dentro, muy jugosa, con una crema de yema de huevo sobre ella y rematado todo con láminas de jamón. Mezclar y comer.
Bocata de calamares. Calamares a la romana, mayonesa, bizcocho micro de tinta de calamar. Una vuelta de tuerca al bocadillo de toda la vida.
Vaca de "Ca Joan" madurada 45 días. Producto de 10. Vaca del restaurante Ca Joan de Altea preparada a la brasa. Estupenda.
Con lo anterior, comimos tres personas y podíamos haber invitado a alguien más. Ya no tomamos postre, aunque rematamos con un "ProGin" (medio gin tonic no muy cargado de ginebra) como digestivo.
Os recomiendo visitarlo si estáis por Alicante.