Una nueva jornada en la ciudad de los rascacielos. Decidimos
visitar la zona de Rockefeller Center y bajar hasta Grand Central Station
paseando.
La estación es grandiosa, con el famoso reloj en su enorme vestíbulo.
Después de la visita nos encaminaríamos hacia la zona de
Chinatown y Little Italy.
Tomamos el metro y bajamos en la parada de Brooklyng Bridge.
Nos acercamos a ver la sede de la policía de NYC, que está muy próxima, en 1
Police Plaza. A continuación nos encaminamos hacia Federal Plaza, donde están el
edificio de la Corte Suprema de Nueva
York, que hemos visto en tantas películas y series. Series como Law&Orden
(Ley y Orden), de la que soy Fan.
Cuantas veces había visto que en la puerta de este edificio
siempre hay apostado un carrito ambulante vendiendo perritos calientes y
pensaba que algún día me gustaría poder comprarme uno. Al llegar, me encaminé directamente hacia él y pido uno completo con todo lo que se le pudiera poner. El señor me pregunta de dónde veníamos, al contestarle que de España y que lo había visto en Law&Order el hombre se puso a reír pues estaba harto de salir en episodios y películas.
Nos sentamos en las escaleras a comérnoslos. Y luego de
disfrutar ese momento (no gastronómico, simplemente era pensar que estaba allí)
nos dirigimos hacia la zona de Little Italy y Chinatown.
Luego de atosigarnos con si queríamos relojes, bolsos, etc. Al
final algo compramos. Se había hecho la hora de comer, cosa que hicimos en un
restaurante Italiano. Chinatown se ha comido casi por completo la zona
italiana, dejándola reducida a dos calles.
Después de comer, volvimos hacia el hotel, pues esa noche
teníamos contratada una excursión vespertina/nocturna con trayecto en ferry
hasta Staten Island, recorrido por Brooklin, vista nocturna de Manhattan desde
el otro lado del río, y terminar subiendo al Empire State. Pillamos una cola terrible en el rascacielos,
de casi tres horas, y terminamos la visita pasada la medianoche.
Como no habíamos podido cenar por culpa de la cola, al llegar a Times Square entramos
al Mc Donalds donde nos atendió un chico argentino muy amable. Era tarde, pero
la plaza estaba rebosante de gente. Comentar que aunque nuestro inglés no es
muy bueno, en ningún momento tuvimos problemas pues muchísima gente habla
castellano.
Memorias de NYC, día 4
Memorias de NYC, dia 2
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