Reconozco que no soy usuario de #delivery , más allá de comprar algún pollo asado o alguna bandeja de sushi. Por eso cuando la hostelería, debido a las continuas trabas y zancadillas que sufren en su trabajo debido al Covid, se agarraron a ese flotador salvavidas, era un poco escéptico.
La experiencia, el disfrute, el todo, de comer en un restaurante no lo iguala el delivery. Veía una brecha muy grande entre las dos situaciones. Eso pensaba yo. Hoy la brecha sigo viéndola, es imposible cerrarla, pero es bastante más estrecha gracias a mis dos últimas experiencias de cena en casa.
Estos son algunos de los platos de #jaranadelabuena by Lienzo que hemos probado en casa durante estos meses duros de confinamiento y cierres. Se pueden pedir a través de la app "Cuinem i anem" y por su Facebook. Al final de la reseña están los enlaces.
Croquetas de rabo de toro. Muy cremosas y sabrosas, con suaves notas de canela y especias en la bechamel.
Por fin comí las famosas patatas Pijo, que ya les tenía ganas. Crujientes y muy cítricas. Un viaje desde el escepticismo de la primera que probé a la imposibilidad de parar de comerlas.
Marinera. Rosquilla, ensaladilla rusa y anchoa. Un canto a Murcia.
Pastel de carne. Hojaldrado relleno de carne. Volvemos a su tierra de nacimiento, aunque ya sean Valencianos de adopción.
Miniburguers de calamar. Muy tiernas, con ese sabor a plancha de esos calamares enteros pasados por ella tan típicos de muchos restaurantes a pie de playa. Acompañadas de un ajoaceite de azafrán.
Manitas de cerdo picantes con boniato. Este plato lo disfruté al poco de llegar ellos a Lienzo. Lo tenían de menú de la familia (plato para comer los empleados) y tuve ocasión de probarlo. Todavía recuerdo aquellas cucharadas gelatinosas, aquellos labios sellados, aquel picor que te taladraba la boca. Esta versión ya no es aquella, ya no es aquella potencia desbocada. Aquella no era para los clientes, aquella era para ellos y sus gustos (que coincidían con los míos) Ahora María José utiliza unas guindillas que añaden al plato un picante justo, diría que sutil,...pero ojo si te comes una (son chiquitas, aunque se ven perfectamente) explota en boca como una granada. Lo curioso es que la sensación picante desaparece muy rápido.
Steak tartar. Me permití "tunearlo" un poco. Algo de encurtidos (pepinillos laminados y alcaparras) no podían faltan al igual que unos frutos secos troceados buscando algo de crujiente. El aliño con el punto acertado de mostaza, dejaba apreciar el sabor de la carne, lo deje como lo habían preparado ellos.
Alcachofas, rovellons y albóndigas de vaca. Este plato debería venir acompañado de un trozo de pan para mojar la salsa.
De postre flan de calabaza, con crema de chocolate blanco y tierra de tomillo limonero. Muy casero el flan, sabroso y con esa textura hogareña.
Tarta de queso 2015. Recordando la tarta de queso de Lienzo, un postre de sus inicios en Valencia, el cual disfrutamos en nuestra primera visita a Lienzo cuando ya estaban ellos el 22 de mayo de 2.015.