Su particular historia se remonta a finales de la Primera Guerra Mundial. Cuatro mujeres que tuvieron que sobrevivir aquellos tiempos con 2 vacas, 3 búfalas y un búfalo. Años mas tarde, un lechero amigo les enseñó como fabricar Mozzarella y abrieron su quesería en el sur de Italia. Silvia y Daria (actrices y nietas de ellas), junto a Massimo Natale (director de cine y productor) y Gianpiero Fontana (productor de teatro), han decidido afincarse en nuestra ciudad, dedicarse a la hostelería y producir este queso en su local. El proceso productivo se puede observar a través de unos cristales.
Tras las palabras de saludo y explicación del proyecto, se sirvió un menú con algunos platos italianos y un cuenco de mozzarellas en cada mesa para poderlas probar y repetir. Y no me avergüenza decir que comí más de una, o de dos...
- Stracciata, Estracciatella de mozarella y nata. Es el relleno sin la envoltura de la burrata, hecho a base de pasta hilada y nata.
- Parmigiana di Melanzane. Berenjena a la parmesana con salsa de tomate, albahaca y queso parmigiano reggiano.
- Frittata di pasta. Tortilla de espaguetis (spaghetti) y guisantes, con calabacín y pimientos asados.
- Tiramisú. Bizcocho Savoiardi con escamas de chocolate negro, café expreso y requesón de Búfala.
- Café de Torrefazione Caffé Moreno, il vero espresso napoletano.
Y terminamos la presentación con un Café a Crema. Crema fría de café expreso con nata y chocolate.
Como he comentado al inicio de esta reseña, las mozzarellas se pueden comprar también para degustar en casa. En 5 minutos podemos preparar una fresca ensalada como esta, que cenamos en casa esa misma noche.