Una receta fresca y muy veraniega. Vamos a preparar unos bombones “diferentes” acompañados con una versión algo cambiada de una crema fría tradicional, pues utilizaremos un ingrediente no habitual como es el Ajo negro.
Condimento relativamente nuevo en nuestras cocinas, su
origen hay que buscarlo en países como Japón y Corea. Su proceso de creación
consiste en dejar madurar las cabezas de ajos durante un largo tiempo, produciéndose
una fermentación natural que produce su cambio de color (totalmente negro),
aroma, y sabor. No repite, siendo su sabor dulce y balsámico.
Ingredientes para tres raciones:
Para los bombones:
- 6 lonchas Jamón serrano.
- Nueces troceadas y pasas.
- Queso crema para untar.
Para el ajoblanco existen muchas recetas en Internet, esta
es una de ellas aunque las cantidades se pueden variar según gustos:
- 75 gr. almendras crudas peladas.
- 2 dientes de ajo.
- 1/2 litro de agua fresca.
- 75 gr. de miga de pan remojada.
- Una pizca de sal.
- 50 ml. de aceite de oliva suave 0,4º.
- 20 ml. de vinagre de manzana o de vino blanco.
Elaboración:
Empezaremos con el ajoblanco. Forma rápida y fácil: En el
vaso de la batidora ponemos las almendras y los dos dientes de ajo. En este
caso, el ajo negro le aporta un sabor balsámico totalmente distinto al ajo
tradicional. Añadimos un par de dedos de agua y batimos hasta que se triture
todo. A continuación agregamos la miga de pan, el aceite, y el vinagre. Seguimos batiendo, para terminar añadiendo el
agua y rectificar de sal. Batimos por última vez para que se mezcle bien todo.
Lo pasamos por un colador chino para eliminar si se nos ha quedado algún trozo
grande y guardamos en la nevera hasta la hora de emplatar.
Para los bombones, preparamos una crema con el queso, las
pasas y las nueces. Mezclamos bien y reservamos.
Con la ayuda de una bandeja de silicona con moldes de media esfera, pintamos con aceite cada una y formamos los bombones con las lonchas de jamón dejando sobrante que utilizaremos más tarde.
Rellenamos cada hueco con la mezcla anterior y tapamos con las parte de las lonchas que sobresale del molde. Llevamos a la
nevera durante un par de horas.
Solo nos resta montar el plato. Desmoldamos y colocamos un
par de bombones junto al ajoblanco en el fondo del plato. Terminé la decoración
con unas mini mozzarellas.