Después de nuestra primera visita, volvemos a este local para refrendar las buenas impresiones que nos llevamos en aquella ocasión.
Tras unos meses, llega el momento de renovación de carta. Como tuve la suerte de estar en la prueba de los nuevos platos (no hay como estar en el sitio adecuado en el momento justo), vuelvo a probarlos esta vez acompañado de mi mujer.
Como ya comenté, el local se encuentra en la calle Buen Orden nº 2, en una esquina frente al antiguo mercado de abastos. Dispone de terraza que se llenó por completo al hacer en Valencia un tiempo excepcional para ser el mes de diciembre.
Saludamos a Miguelina y Jesús (los propietarios). Les comento nuestra intención de cenar de tapas con platos al centro. Ningún problema, vamos a ello.
Ensaladilla rusa. Suave. Con la verdura rallada y la patata en puré.
Patatas bravas. Con su piel, cortadas en láminas, con una salsa rosa y pimentón por encima. Curiosas.
Croquetas de pollo y buñuelos de bacalao. Sabrosas.
Ensalada de Pak Choi con anguila asada, brotes de soja, y bambú encurtido. La globalización de la cocina resumida en un plato. Elementos de la cocina oriental que llegan a nuestra mesa cada vez en más ocasiones.
Ceviche de lubina con leche de tigre. Otro plato que viene de fuera de nuestras fronteras, que ha tenido muchísima aceptación aquí. Acertado punto de acidez. Fresco. A mi el pescado me gusta menos "cocinado", pero ya son apreciaciones personales.
Alcachofas con langostinos al ajillo. Que descubrimiento !!! Nos encantó este plato. En ocasiones, menos es más.
Para beber, Jesús ya no pregunta. Directamente nos trae la Warsteiner de presión que tienen y que me encanta. De los pocos locales que conozco en Valencia que la he visto de barril.
Una cena estupenda, en un local muy recomendable. Volveremos seguro.