Continuo con otra reseña sobre nuestro viaje al País Vasco. Este local lo tenía señalado como imprescindible. Un amigo sumiller, donostiarra y actualmente residiendo en Valencia, me lo recomienda encarecidamente. Y la noche que llegamos a la ciudad otro gran amigo y su esposa, profesores del BCC, que nos estaban esperando me dicen... he reservado en un sitio que os gustará y aparecemos aquí. Al final no solo fuimos una vez, sino que repetimos antes de abandonar Donostia.
Local cálido y acogedor, lo primero que me sorprende al entrar son las pizarras de vinos por copas. En este local, aunque se come muy bien, se bebe todavía mejor. Un sitio para los amantes del vino, donde se tiene la oportunidad de probar por copas muchas referencias que no son nada habituales. En las fotos lo contemplamos vacío al ser los últimos clientes en abandonarlo.
Siguiendo con la amabilidad del 99,99 % de gente que conocimos en este viaje (siempre tiene que haber un capullo que lo fastidia, pero eso es otra historia que no viene al cuento de esta reseña) nos acogen estupendamente bien Iñaki Irizar y el resto del equipo. A Dani Corman, co-propietario junto a Iñaki, no pudimos conocerlo personalmente aunque tenia una muy feliz excusa ya que había sido padre el día anterior.
Como he comentado anteriormente la oferta de vinos por copas es estupenda, y la carta de vinos es abrumadora. Eso no es problema, pues cualquier duda te la resuelven en un momento. La selección de vinos de Jerez es de las que te hacen babear pensando en probarlos todos.
La carta/pizarra de pinchos.
Uno de los rincones del local.
La primera visita cenamos en mesa:
Burrata con tomate seco y tapenade de aceitunas negras.
Cecina de León. Espectacular de sabor, servida sobre un listón de barrica
Ortiguillas rebozadas. Estupendas. Es un bocado difícil de preparar.
Roast Beef . Cortado en láminas finas, gustó mucho a los tres.
Para beber dos vinos muy interesantes, como no podía ser de otra manera.
Dominio do Bibei La Pola 2.013. D.O. Ribeira Sacra, elaborado con uva Doña Blanca (70%) y Godello (30%). Criado sobre lías durante 12 mese aproximadamente, posteriormente descansa en botella durante otros 18.
Sylvain Bohuélier Vigneron Cremant de Bourgogne. Pequeña bodega situada en un pueblo en el norte de Côte d'Or, a las puertas de Champagne. Uvas Pinot Negro (70%) y Chardonnay (30%) 24 meses de envejecimiento en rima.
La segunda ocasión en barra probando sus propuestas de pinchos:
Guindillas de Ibarra (piparras) frescas fritas. También llamadas "langostinos de tierra". No las había probado nunca así y me encantaron. Parecidas en textura a los pimiento de Padrón, muy suaves de comer. Nos sirvieron la última ración que tenían, y mientras las comíamos llegó una pareja extranjera que las señalaron pues las querían probar. Se quedaron tan desanimados que compartimos con ellos unas pocas.
Cazuelita de huevo frito, patatas y panceta. Contundente.
Morcilla de Cardeña (Burgos). Morcilla de arroz ligeramente pasada por la plancha.
Croquetas de jamón. Sabrosas.
Verduras de temporada con panceta y cecina.
Pan de cristal con Jamón. Crujiente.
Repetimos de cecina, esta vez 1/2 ración que acompañé con un amontillado de Bodegas Urium (uvas Palomino Fino) que estaba que se salia de bueno. Impresionante como maridaron.
Además, acompañamos todo lo anterior con:
Txacoli de la tierra Bengoetxe Txacolina, D.O. Getaria, Variedades autóctonas Hondarrabi Zuri y Gros Manseng.
Manzanilla de añada 2.012 1/11 de Bodegas Callejuela en Sanlúcar de Barrameda. Uva palomino fino, llamada Listan en Sanlúcar. Sensacional, suave, elegante, me fascinó.
En el primer piso del local encontramos la tienda, con una selección de botellas que te las llevarías todas a casa.
Un local que recomiendo su visita si estáis en Donostia, donde se disfruta del vino. Al tener tan gran selección por copas siempre puedes probar cosas muy interesantes que por precio no comprarías una botella entera.