Fecha de la visita: 24/07/2013 miércoles.
Aprovechando que teníamos que realizar unas gestiones a
primera hora de la tarde por el centro de la ciudad, y no había muchas ganas de
cocinar, hemos aprovechado para visitar este restaurante que hacía tiempo
queríamos conocer.
Una de las tres propuestas actuales del chef Ricard Camarena
en Valencia, junto a su Centralbar (ubicado en el Mercado Central) y el
Restaurante gastronómico que lleva su nombre y que ostenta una estrella Michelin.
De moda en la ciudad, está situado en el barrio de Ruzafa en
la calle Maestro Serrano nº 5. Su decoración en tonos negros y luz muy, muy
tenue. Servicio joven, que en nuestro caso ha sido correcto y eficiente.
Mesas muy
juntas, demasiado. Intimidad cero y varios golpes en el respaldo de la silla al
pasar alguien por detrás lo atestiguan. El conjunto general me recuerda a otros
locales.
Comida de fusión. Influencias thai, orientales, peruanas,
etc. llenan sus platos, en un tipo de cocina que personalmente me gusta. Ofrecen,
además de una carta con buen numero de propuestas, dos menús. Uno gastronómico
y largo, compuesto de varios platos al centro y el del día que
consta de un primero, un segundo (ambos entre tres opciones para elegir) y un postre (dos posibilidades). El precio
del menú del día de lunes a viernes es de 15,50 € sin iva ni bebidas. Los fines
de semana y festivos el precio de este
sube a 17,50 € si no estoy equivocado.
Para beber, cervezas aunque ofrecen carta de vinos y también
servicio a copas. Aparte hemos pedido dos entrantes de la carta que nos han
apetecido.
Para empezar, los dos platos fuera de menú:
Pastisset de aguardiente, boniato y foiegras (año 1.999). Uno
de los bocados históricos. Sabrosísimo, foie entre dos láminas de masa de
pastelito dulce de boniato.
Cortezas de patatas bravas con salsa de chile, jengibre y
parmesano. Nos han gustado. Se salen de las típicas patatas bravas, con su
toque picante y su textura.
Primeros:
Ensalada chicken thai. Interesante combinación de trocitos
de pollo con verduras, toques cítricos y picantes llegan a la boca. La foto ho hace justicia al plato.
Ensalada de calamar. Tiras de calamar simulando tallarines.
Este plato lo hemos encontrado un poco soso.
Segundos:
Curry rojo de carrillera ibérica. Tiernas, con una salsa con arroz donde vuelven a aparecer las notas de especias y el picante
(moderado).
Albóndigas de corvina con leche de coco y lima. Suave salsa
acompañando al pescado, con vegetales orientales.
Postres:
Un lugar al que tendremos que volver a probar algunos platos
que se nos han quedado en la recámara. Comentar que en su web podéis encontrar la carta, fotos del
local, y reservar directamente por internet.