El Jueves día 19 de Agosto de 2.010.
Este fue el 2º día de solo navegación que teníamos en el crucero. Lo aprovechamos para charlar, visitar las tiendas del barco y ver el mar desde el balcón de nuestro camarote. También fue la reunión donde nos explicaron las normas de desembarque en Copenhague.
Por la noche se celebró la noche de gala “oficial”. Menú un poco mejor que la media de todos los días con platos especiales (uno de ellos fue espaguetis con medio bogavante cocido) y la gente bastante arreglada.
WARNEMÜNDE-ROSTOCK (Alemania)
Llegada: El Viernes día 20 de Agosto de 2.010.
Horario de la escala: de 8:00 am a 20:00 pm. (Embarque a 19:30).
Total: 11 y 1/2 horas de visita.
Esta es la última escala en nuestro viaje. Las navieras atracan en esta ciudad no por ella, sino porque es la puerta para las excursiones a Berlín y otras ciudades de Alemania. Realmente pienso que es una barbaridad pasar más de seis horas de autobús entre la ida y la vuelta, para estar dos horas recorriendo la ciudad. También programan excursiones a Hamburgo. Unos compañeros realizaron esta última y quedaron un poco hartos de tanto autobús.
Mi consejo es visitar Warnemünde y Rostock, pues tienen cosas interesantes para ver y al tener tanto tiempo lo puedes hacer con muuuuuucha calma.
Aunque la llegda era a las 8h, desembarcamos pasadas las 9h. Habíamos trazado un plan para esta escala. Por la mañana visitar Rostock, volver al barco para comer y visitar Warnemünde por la tarde.
Tengo que reconocer que desconocía la existencia de estos lugares hasta leer la información sobre el crucero. Pensé Warne...queeeeee!!! y aquí que se podrá ver !!! Empece a buscar por la red y la verdad es que no había mucho donde sacar información -cosa que continua en la actualidad-. Voy a poner un poco de historia para que podáis saber un poco más. Esto es lo que dice la Wiki de esta ciudad.
"Rostock es una ciudad de Alemania, en el Estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, con 199.868 hab. (2006). Está ubicada a orillas del mar Báltico, en la desembocadura del río Warnow. Formaba parte de la antigua República Democrática Alemana o RDA. El municipio de Rostock incluye también el balneario de Warnemünde.
La historia de la ciudad comenzó alrededor del año 1200, con el establecimiento de comerciantes alemanes, y como ciudad hanseática mantuvo amplias relaciones comerciales con Norte, el Este y el Oeste de Europa. El estuario del río Warnow, a cuyas orillas se encuentra la ciudad, representaba el emplazamiento ideal para una ciudad y puerto comercial. En 1419 se fundó aquí la primera Universidad del Norte de Europa. La prosperidad y la situación estratégica de la ciudad provocaron la envidia de los daneses y suecos, que ocuparon la ciudad dos veces.
La Liga Hanseática o Hansa fue una federación de ciudades del norte de Alemania y de comunidades de comerciantes alemanes en el mar Báltico, los Países Bajos, Noruega, Suecia, Inglaterra, Polonia, parte de Finlandia y Dinamarca, así como regiones que ahora se encuentran en Estonia y Letonia.
Durante el régimen nazi, Rostock fue la sede de una potente industria aeronáutica y naval que proveía de armamento al ejército alemán. Los primeros aviones de reacción fueron desarrollados y probados en la ciudad. En la Segunda Guerra Mundial, los aliados bombardearon intensamente la ciudad durante 1942 con el objetivo de destruir el entramado industrial. Como resultado, la ciudad quedó casi completamente devastada. En 1945 fue ocupada por el Ejército Rojo, y formó parte de la zona de ocupación soviética y más tarde de la República Democrática Alemana (RDA).
Durante el periodo de la RDA, la ciudad fue considerada como el símbolo de la recuperación de la Alemania Oriental. Fue reconstruida en su práctica totalidad siguiendo la planta y el diseño previo a la guerra, y los edificios del casco antiguo fueron restaurados. En esta época, Rostock fue el principal puerto comercial de la RDA, y el comercio y la construcción naval centraban su economía.
Tras la Reunificación Alemana, continúa siendo el motor económico del Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, si bien la capital se encuentra en la ciudad de Schwerin.
La localidad costera de Warnemünde posee una bien desarrollada industria turística que aprovecha la suavidad del clima durante el verano, las kilométricas playas de arena blanca y los bosques que rodean la ciudad."
Tras el desembarco en Warnemünde, la estación de tren está a escasos 5 minutos. Hay salidas cada 15 minutos y el viaje dura sobre 20 minutos. Nosotros compramos un bono de transporte para un día que por 4,5 € te permite disfrutar del transporte de ferrocarril, tranvía y bus.
El Atlántica desde la estación de tren de Warnemunde |
Una vez llegados a Rostock, salimos de la estación a la plaza Haupt-bahnhof. Nos debíamos encaminar por la calle Rosa Luxemburg Strase para llegar a la plaza principal de la ciudad, la Neuer Markt. Esto lo podemos hacer andando (aprox. 1,5 km.) o tomar el tranvía 5 ó 6 que nos deja en ella. En esta plaza está el Ayuntamiento o Rathaus.
Aquí cometimos un error, pues el tranvía se toma desde dentro de la estación en un andén subterráneo. Nosotros al estar ya fuera, todo era buscar la parada y no la encontrábamos. Nuestro compañero de excursión Victor preguntó a una señora que nos indicó que el autobús 22 ó 23 (siento no recodar cual) tenía el mismo destino final, por lo que optamos por esperar el bus. No tardo nada en llegar y en 5 minutos ya estábamos en la plaza.
En esta plaza arranca la calle más comercial de la ciudad, la Kröpeliner Strase, que parte de Neuer Markt hacia el este. Esta calle tiene un gran bullicio al está repleta de tiendas y restaurantes de comida rápida. Llegamos a la Universidad, situada de una forma lógica en Universitätsplatz (plaza de la Universidad) a mitad longitud de esta calle.
Guarderías rodantes |
Edificio de la Universidad |
Llegamos al final de la calle y pensamos ir a visitar la Iglesia de San Pedro, la Petrikirche, que es la más antigua de la ciudad. Optamos ir por una amplia avenida paralela la la calle Kropeliner otra vez en dirección hacia el centro, donde podemos seguir viendo los edificios de ladrillo que abundan en la ciudad. En una de las ventanas vemos una bandera española. ¡ Somos campeones del mundo !
Llegamos a la plaza donde se encuentra esta iglesia, en una zona muy tranquila de la ciudad. Por el camino vemos una de las esculturas típicas de la arquitectura de la antigua RDA.
Se hacen las 11,30h. y tenemos interés en ver el reloj astronómico de 1472 de la iglesia de Santa María St. Marien Kirche, pegada a la Neuer Mark. Nos la hemos visto antes pues a las 12h. salen los apóstoles en el reloj y dan una vuelta en la alta del mismo. Comentar que el reloj tiene un calendario fechado solo hasta 2.017. Llegamos con el tiempo y coincidimos con las excursiones de la Naviera que están todas allí para ver lo mismo que nosotros. Recuerda al reloj de Praga.
Nos dirigiamos hacia el tranvía para efectuar el recorrido de vuelta al barco, cuando nuestros amigos pensaron que no podíamos abandonar la ciudad sin tomar una buena salchicha Bratwurst con la típica ensalada de patata Kartoffelnsalat.
La Neuer Markt está llena de restaurantes con terrazas muy arregladas donde poder comer o tomarte algún refresco. Pero justo en la esquina de la plaza pegada a Santa María hay un quiosco con tres mesas de madera que anunciaba salchichas a 1,5 €, y la cerveza al mismo precio. Nos hizo gracia y nos sentamos aquí, aunque parecía un poco cutrillo. El chiringuito lo lleva una señora alemana muy amable. Por muy poco dinero nos tomamos una salchicha que nos supo buenísima con ensalada de patata o patatas fritas y la correspondiente cerveza de 0,5 lts. de la marca local Rostocker.
Al terminar tomamos el postre en una heladería con una pinta estupenda que descubrí intentando encontrar un wc donde no tuvieras que pagas y cuyos helados estaban deliciosos. En muchas de las ciudades de este viaje, aunque consumas en un local o estés en un museo, tienes que pagar para ir al servicio. Por ejemplo en el Mc Donalds de Rostock vale 25 cts. Aunque en otros lugares te pedían 50 cts.
La idea de comer en el barco quedaba descartada, tomamos el tranvía y luego el tren para volver al barco a dejar cosas y visitar Warnemunde. La gran ventaja de esta escala es que el barco está muy céntrico.
Warnemünde estaba lleno de gente, al ser mes de agosto y hacer tan buen tiempo. Hay una calle que sale desde la estación de tren y llega al canal principal. Nada más cruzar el puente, a la derecha del canal hay una especie de paseo de peatonal repleto de tiendas y restaurantes. Además, algunas de las barcas amarradas han sido reconvertidas en mostradores callejeros de comida rápida: burguers, fish& chips, etc. Este paseo termina en su famoso faro y en una de las dos playas que hay.
En la playa, hay unas curiosas cestas-hamacas, que en muchas horas del día no miran hacia el agua, sino al revés. Nos explicaron que esto sucede al estar tan al norte, el sol lo tienen por detrás, no por delante.
Excepto un hotel de gran altura que se construyó en la época de la RDA y que afea el perfil de la playa, el resto son casas de poca altura. Pese estar la ciudad llena de gente en sus calles principales y la playa, saliendo de esta zona concreta habían lugares donde casi no encontrabas personas.
Una cosa que desconocía es que se podían alquilar pequeñas lanchas a motor para recorrer el canal y el puerto. Su precio era de 22 € por un hora. Nuestros amigos nos dijeron de alquilarlas y allá que fuimos. Nos lo pasamos genial navegando por el puerto mientras sacábamos fotos del Atlántica desde otra perspectiva.
Después de devolver las lanchas, nos encaminamos al muelle de embarque para volver al barco comprando antes los últimos recuerdos (hay una tienda bastante grande al lado del Centro de Cruceros) y viendo una exposición de figuras de arena que había.
Subimos al barco, y acudimos a presencias la maravillosa salida del puerto hacia el final de nuestro viaje al día siguiente en Copenhague. Por los latavoces del barco sonaba Andrea Bocelli cantando el Te Partiro. Los barcos golondrinas que hacen paseos por el puerto nos acompañaban hasta la salida haciendo sonar sus bocinas mientras el Atlántica respondía de forma atronadora. La gente saludaba desde las orillas. Fue muy bonito y algo para recordar.
Nuestro último atardecer.
Copenhague nos espera para finalizar el viaje y volver a casa.
Si te quieres descargar nuestro recorrido por Warnemunde y Rostock, pincha en el siguiente enlace