Restaurante Camí Vell, Alzira. Comiendo en su mesa "O". Otoño 2.015.

Cuando el trabajo me lleva a mi ciudad de nacimiento y se hace la hora de comer, en alguna ocasión (menos de las debidas) aprovecho para saludar a la familia López y comer en su restaurante.

Han pasado más de 30 años desde su apertura, y con el padre Antonio dirigiendo la sala y sus hijos Ivan y Antonio en cocina, continúan dando de comer (y muy bien) a su clientela. Desde hace un tiempo son local "Bib Gourmand"  en la Guía Michelín.


Con el paso del tiempo y la incorporación de la generación más joven, encontramos una cocina con interesante combinación entre vanguardia y tradición. Con especial atención a la calidad del producto. Sirva como ejemplo el huerto que tienen en las afueras de la ciudad donde cultivan muchos de los vegetales y hortalizas que después utilizan en sus platos o la compra habitual del pescado y marisco en la cercana lonja de Cullera.

El local se encuentra en la calle Colón nº 51. Pinchando aquí el enlace a su página de Facebook.


Como he indicado en el título, tuve el honor y el privilegio de comer en su "mesa 0". Es un pequeño rincón dentro de la cocina donde comes mientras ellos están trabajando. Es una pequeña gozada estar aquí, en este pequeño espacio apto como máximo para dos personas. Ves salir de los fogones lo que te vas a comer en breves momentos, ya que tras el emplatado solo tienen que alargar la mano para que te lo puedas comer. Esta situación ocurre en contadísimas ocasiones y bajo condiciones determinadas, casi de forma privada. Por eso indico que es un verdadero privilegio para alguien como yo, apasionado por la cocina y la gastronomía.

Evidentemente no hubo propuesta previa de platos, ni falta que hacía. Así surgió este menú.

Pulpo con cebolla y galleta de arroz. Fenomenal. Me recordó a mi juventud, a guiso de mi madre, con aquellos sabores de la cocina casera más auténtica y tradicional.


Ensalada de codorniz escabechada. Muy suave, me enseñaron la preparación del escabeche.


Servicio de pan, hecho por ellos en el restaurante. Se sirve tostado.


Cococha de bacalao al humo de romero. Terminado ante mi con el ahumador, le proporcionaba un aroma muy sutil. Fantástico.


Magret de pato con lombarda y patatas braseadas. Estupenda de sabor y muy tierna.


Yogur con frutas del bosque. Fresco y ligero prepostre.


Turrón, café, chocolate. Por supuesto, se come todo, incluidos el tornillo y la tuerca. Muy bueno, con ese aporte de la galleta salda del fondo que potencia los sabores. Fantástico final.


En caso de tener la oportunidad, yo no me lo pensaría. A 40 minutos de Valencia, un local totalmente recomendable.  Si queréis saber más,  pinchar aquí para leer la reseña de mi anterior visita.