Restaurante Riff, Valencia. 8º encuentro "Atrapaos" por la buena mesa

Fecha de la visita: 03/06/2.015 miércoles.

Los "Atrapaos" se vuelven a reunir. Como digo en todas las reseñas de nuestras anteriores convocatorias somos ocho amigos a los que nos gusta compartir vivencias mientras disfrutamos, según algunos, del placer más a la mano del hombre: la gastronomía.

Siempre nos juntamos para visitar algún restaurante interesante de Valencia ciudad o zona metropolitana, buscando (si es posible) el "alma" del cocinero y del local. En las ocasiones anteriores hemos recalado en La Mozaira (Luis Ernesto Yuste), Ciro (Julio Colomer), La Embajada (Nazario Cano), Q de Barella (Quique Barella), Boix 4 (Jesús Ribes "Josue"), Gadhus (Ricardo Goachet), y la casa de Patch Brown "uno de los nuestros".

Ahora recalamos en un local poseedor de 1 estrella Michelín y 2 soles Repsol, con Bernd Knöller como propietario y cocinero. Hablamos, como no, del Restaurante Riff.


Llegamos al restaurante, situado en la C/ Conde Altea nº 18. La entrada a través de un largo pasillo me viene a la cabeza la idea de encontrar la luz al final del túnel...



Local pequeño, coqueto, algunas mesas separadas por cortinas, lo que te lleva a no ver quien tienes comiendo al lado. Vestido de mesa con mantel sin vuelo, presentación sencilla en la mesa.


Saludamos a Bernd, que sale a recibirnos, y a la sommelier del local Paquita Pozo que será quien se encargue del servicio y la elección de los vinos aportados por nosotros pues el menú lo desconocíamos con anterioridad. 

¿Quien es Bernd Knöller? Un alemán apasionado de la cocina mediterránea, que allá por el año 1.993 celebra la apertura de su primer restaurante en Valencia, El Ángel Azul, tras varios años de trabajar en algunas grandes cocinas del mundo. 

En 2.001 abre Riff, con el que obtiene y mantiene 1 estrella Michelín desde 2.009. En 2.014 consigue el 2º sol Repsol.

En 2.012 el libro que publicó junto al fotógrafo Xavi Mollà el libro "Ánima Mediterránea", obtuvo los premios al mejor libro de gastronomía de España (Best Chef Book) y después del mundo (XVIII Gourmand World Cook Awards) en la gala celebrada en París.

Paquita Pozo acompaña profesionalmente a Bernd desde hace más de 15 años. Granadina de nacimiento, valenciana de adopción. Durante todo el servicio estuvo excelente, realizando un gran trabajo.

El local dispone de una reducida una pequeña carta de platos y tres menús, con la opción de maridar los tres. El nuestro, especial para la ocasión, fue el siguiente:

SNACKS

Empezamos con un Champagne Bollinger Special Cuve Brut. Pinot Noir, Chardonnay, Pinot Meunier, con una crianza en rima de un mínimo de 3 años. Bodegas Bollinger posee en propiedad 149 ha. en la zona de Champagne.


- Arroz con algas. Crujiente de arroz con polvo de algas.


- Palomitas con curry.


- Crujiente de garbanzos y semillas de hinojo.


Sale a escena otro vino francés, ahora un vino blanco Alsaciano. Trimbach Pinot Gris Réserve 2.011. Monovarietal de esta uva de bodega Domaine Trimbach.


- Coca valenciana de sardina. Carne tersa, jugosa, y ni una sola espina en todas las unidades. Sobre un pan airbag. Se hincha la masa y queda rellena de aire en su interior.


- Papada ibérica con pan y especias. Se termina en mesa adjunta a vista cliente con ralladuras de lima por encima.



- Bloody Mary. Cocktail realizado con agua de tomate para obtener este color claro.


Servicio de pan de aceite de oliva, sal y romero, horneado en el propio restaurante.


TAPAS

- Jamón casero de cordero. Curioso.


- Calabacín con queso fresco. Me sorprendió su explosión de sabor y frescura en la boca.



- Tosta de pera y mayonesa de anchoas. Suave y delicado bocado.


Enlazando estos platos con las siguientes propuestas, un gran Belondrade y Lurton 2.013. Un vino D.O. Rueda de uvas Verdejo que nunca defrauda.


PLATOS 

- Tartar de bonito con yema de huevo ecológico y piñones. Me gustó la textura semicuajada de la yema, conseguido en crudo con frío como luego preguntamos, y el punto del pescado.


- Anguila a la brasa. Acompañada con unos filamentos de "flor eléctrica", oriunda de Perú y Brasil. También conocida como flor de Sichuan. Produce un adormecimiento y hormigueo en la boca, por lo que se utiliza en muy poca cantidad. Un día me comí una entera, muy pequeña, y durante 30 minutos la sensación fue tremenda. La boca dormida y sensación de cosquilleo continua.


- Arroz meloso de remolacha con champiñones Portobello. Muy bueno. Posiblemente el plato que mas me gustó. Suave y domado sabor terroso del arroz (propio de la remolacha), con una gran finura en el paladar.


Se acompañó de un estupendo tinto valenciano. Ahillas Tinto 2.013 de Bodegas Terra D'Art de Chelva. Uvas Bobal, Tempranillo, Mencía, Marselans, Pietro Picudo y Garnacha.


Al ser a ciegas el menú, como he comentado antes, en este punto teníamos por descorchar dos vinos tintos y uno de los platos era de marisco. Las reglas están para saltárselas, por lo que el siguiente vino fue un estupendo vino chileno monovarietal de Syrah. Amayna 2.012, en formato Magnum gracias a Espacio 40, vinos de Chile. Bodegas Amayna (Viña Garcés Silva) D.O. Leyda Valley


- Cigalas con colinabo. Levemente pasadas por plancha, con filamentos de esta raíz.


- Solomillo ibérico con con costra de especias, coliflror y reducción de ajo negro. Tierno, con esa costra que le daba un sabor de especias (canela, semillas de cilantro, etc.) muy agradable.


Servido junto a un monovarietal de Petit Verdot. Rabia 2.010. De Bodegas Cerrón, con dos D.O. "Vinos de la tierra de Castilla" y "Jumilla". Un vino potente, criado durante 14 meses en barricas de roble nuevo.


POSTRE

- Albaricoque, pepino, aceite de oliva, mozzarella. Combinación que no me agradó, ya que no me gusta para nada el sabor del pepino. Mi enemistad con esta planta viene de lejos, y sencillamente plato que lleva pepino no me gusta.


Acompañamos el postre con un vino muy curioso, de esos que pruebas de vez en cuando. La Cosa 2.014. Vino dulce 100% Moscatel, elaborado por Alfredo Maestro bajo la D.O. Vino de la Tierra de Castilla y León. Este vino tiene que estar siempre por debajo de 20º de temperatura, pues contiene levaduras vivas que pueden evolucionar y continuar fermentando. Vino con marcada acidez, recuerda mucho a la sidra con sus notas de manzana.


Terminamos con café y petir fours.



Para terminar, la foto en formación de "las caídas en combate"...


Al terminar, vuelta al mundo real por el mismo pasillo que habíamos accedido a la luz del Riff.


Quedamos emplazados para la próxima, que espero sea pronto...