Restaurante La Gabinoteca, Madrid.

Fecha de la visita: 5/08/2.013 lunes.

De visita en Madrid, optamos por cenar en este local últimamente bastante de moda. No admiten reservas, por lo que es importante llegar pronto para poder tomar mesa. Aunque el local es relativamente grande, reseñas leídas por la red indican que suele estar bastante lleno. Nosotros lo visitamos un lunes de agosto para cenar (nos sentamos sobre las 20:30 h.), y al terminar el local estaba a más de dos tercios de su capacidad.



Situado en la calle Fernández de la Hoz, 53 (aquí el enlace a su web), el local tiene una bonita y moderna decoración, aunque por la noche lo encontramos algo oscuro. Su cocina está basada en “tapas” contemporáneas, intentando salirse fuera de lo habitual tanto en composición como presentación.



Cenamos con varias opciones todas al centro, que al ser cuatro personas algunas de ellas pedimos dos unidades. La denominación es la que aparece en la carta.

Ensaladilla rusa. Muy cremosa, con la patata en puré y la mayonesa en el fondo, por lo que tienes que removerla primero. Sabrosa.


Alitas de pollo infiltradas. Totalmente deshuesadas, rellenas de una salsa creo recordar que era barbacoa. Presentadas dentro de una caja de cartón. Curiosas.


Tapa de vieiras plancha con sus pimientos confitadísimos. Rebanada de pan con pimientos pochados, láminas de vieira y una suave mouse por encima.


Bolognesa de rabo con espaguetis de parmesano. Un cazo con guiso de carne al estilo de esta conocida salsa para pasta, los espaguetis se preparan en la mesa... y aquí lo dejo. Sorprendentes.


Ravioli meloso con foie a la plancha. Un ravioli tamaño XXL coronado con un trozo de lámina de foie fresco por encima.


El Potito (huevo, patata y trufa). Servido dentro de un bote de cristal de yogur, como en todos estos casos hay que meter la cuchara hasta el fondo y subir hacia arriba para mezclar todos los sabores.


“Tartar” de corvina. Picado muy pequeño y aderezado,se acompaña de pequeñas rebanadas de pan tostado.


A mi me gusta el pescado lo menos manipulado posible, pero es cuestión de gustos, por lo que no me terminaron de convencer tanto este plato como el siguiente.

RAYA la locura. Pez raya, desmigado de todo el cartílago, con una espuma que todavía no hemos sabido adivinar de que estaba compuesta.


Hamburguesa de tartar de carne roja. Steak tartar presentado como si fuera una hamburguesa dentro de su caja para llevar. Por supuesto la carne totalmente cruda. Original en conjunto, me gustó.


Para beber tomamos una botella de vino blanco alicantino Viognier del Comtat, de bodegas Vins del Comtat. Un vino fresco y sabroso que acompañó bien durante la cena.


En las mesas encontramos un sistema que nosotros no hemos visto todavía en Valencia. Un aparato con tres botones que se utiliza para llamar al camarero o para pedir directamente la cuenta.